Lugares
Vari Caramés
Los recuerdos son siempre borrosos, imprecisos, evanescentes… Tal vez la fotografía sea una buena manera de fijarlos, de retener algún momento para poder contemplar, mirar… “Cada mirada elige su paisaje”, insinuaba Mario Benedetti.
Paisajes perdidos en la memoria, lugares donde refrescar esa memoria… Souvenirs de un álbum en el que me encuentro, que me identifica. Lugares que siempre visité en Miraxes, Tránsito, Escenarios, Recreo, Pasatiempo… Lugares en los que me sorprenden los animales, disfrutar jugando, puentes que cruzar y el agua también, en forma de esa niebla que le encantaba a Torrente Ballester porque desrealizaba y añadía misterio. Fotos de lugares que has soñado pero en los que no has estado nunca y probablemente ni siquiera existan: se trata de buscar los lugares desde donde hay que ver.
El paisaje que persigo en realidad es metafísico, el espacio etéreo que separa lo real de lo recordado, para transportar al espectador a un lugar que parece real pero es una ilusión, un lugar que solo existe en el ojo de la mente, como los recuerdos. Jorge Luis Borges comentaba que cuando uno extraña un lugar lo que realmente extraña es la época que corresponde a ese lugar: no se extrañan los sitios sino los tiempos.
Es verdad: no puedo evitar caer en esa puñetera melancolía, pasatiempo. Intento retenerlos, hacer que sobrevivan momentos que de otra manera se diluirían. Seguramente el secreto será acostumbrarse a vivir entre sueños y fantasmas. Mi sentimiento lo expresó muy bien Alejandra Pizarnick: “Escribes poemas porque necesitas un lugar en donde sea lo que no es”.